Las cosas han cambiado mucho en cuanto a almacenamiento de datos. Hasta hace muy poco era esencial contar con enormes sistemas de archivado local, como servidores de archivos o de correo, para hacer frente a la mayor capacidad de almacenamiento de las aplicaciones. Pero ahora las principales aplicaciones han migrado a la nube, de ahí que las soluciones tradicionales de almacenamiento tengan problemas para atraer la inversión de nuevas empresas cliente o mantenerse al menos entre los que han sido sus usuarios.
Los datos nunca habían sido tan numerosos, al igual que lo son sus distintos formatos. Las organizaciones generan incesantemente grandes cantidades información, y gestionarla conforme a la normativa vigente de forma rentable y eficaz entraña ciertas dificultades. Entre los desafíos está la necesidad de enfrentarse a la obsolescencia de esos sistemas utilizados hasta el momento, buscando el equilibrio entre modernizar arquitecturas arcaicas y ofrecer funciones de archivado de utilidad.
El reto de actualizar sistemas
Actualizar sistemas de archivado local no es una tarea precisamente sencilla, y menos si tiene que llevarla a cabo el propio personal de la organización. Todo tiene que actualizarse de manera simultánea, conservando cada esquema de archivado en el mismo nivel, pero a la vez hay que separar esta actualización de las que se hacen para el archivado de datos de almacenamiento, bases de datos y hardware de servidores.
Periódicamente deben realizarse también copias de seguridad completas de archivos a fin de preservar los datos, garantizando además la homogeneidad de los datos de archivado estén estructurados o no, por si hay que recurrir a la copia de seguridad para subsanar algún error que se haya producido durante la actualización.
Por lo general, la actualización llega finalmente a ser tan laboriosa que es habitual solicitar asistencia de un tercero cualificado para emprenderla con éxito, sobre todo en proyectos de gran envergadura o si se cuenta con una limitada experiencia en archivado.
Con la migración a cloud, los usuarios tendrán si no la última versión del sistema, la anterior a esta en el peor de los casos, siendo de todas formas más o menos reciente frente a cualquier sistema local implantado, ya que puede haber varias actualizaciones en un mismo año. El proveedor es quien además ejecuta las actualizaciones y da soporte a clientes, los cuales están avisados con anterioridad de actualizaciones o tareas de mantenimiento de la solución de archivado programadas.
Ventajas de la migración del almacenamiento a la nube
Plantearse seriamente el traslado del archivado local a la nube suele hacerse por la necesidad de las organizaciones de reducir o eliminar infraestructuras, así como sus costes asociados, pero también de aliviar la carga administrativa a su personal. Contar con una solución moderna de archivado permite además predecir los costes para equilibrar lo más posible los gastos operativos con la inversión que haga la empresa en su estrategia de migración de almacenamiento.
Decir adiós a los sistemas de archivado internos y pasar a soluciones nativas de cloud simplifica a los usuarios la adaptación a las obligaciones de cumplimiento normativo que vayan surgiendo con el tiempo y prepararse para posibles litigios en los que se tenga que aportar datos. Unas situaciones de cierta exigencia para las cuales no tienen capacidad los proveedores de sistemas tradicionales.
Asimismo, el archivado cloud moderno se compatibiliza con plataformas de correo electrónico y de comunicación digital, imprescindibles ahora para cualquier usuario, con capacidades avanzadas para
supervisar y revisar los datos generados en ellas, además de funciones de búsqueda integrada, conservación y exportación de datos.
Innovar para adaptarse
Para alcanzar la máxima eficacia en esas importantes tareas de acceso, búsqueda y consulta de los datos archivados, es fundamental apoyarse en la innovación. Esto no solo va a traer mejoras a la arquitectura de archivado, sino que permitirá además una optimización de la experiencia de cliente en cuanto a uso y soporte de la misma, entre otras garantías.
Dadas las ventajas, no es de extrañar que cada vez más organizaciones tengan entre sus prioridades migrar sus sistemas o aplicaciones a la nube. Acelerar esta transición, en medio de un aumento constante de la información, requiere de una buena gestión de la infraestructura TI, pero también ver más allá de ese perímetro. Porque, hablando de innovación, quienes sí están evolucionando rápidamente para adaptarse a cloud son los ciberdelincuentes y sus amenazas.
Los datos no se pierden solos, sino que lo hacen usuarios negligentes, comprometidos o malintencionados. Las personas son el nuevo perímetro que hay que ante todo asegurar y concienciar en seguridad en las organizaciones, mediante soluciones que prevengan y resuelvan amenazas avanzadas también en la nube, que es ya uno de los principales vectores de ataque, al tiempo que identifiquen y defiendan los datos que las personas crean, acceden y comparten.
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